¿CUÁL DESARROLLO Y PARA QUIÉN?
Desde fines de los años del 40 se implantó en Latinoamérica, junto con la asistencia
técnica y financiera de Estados Unidos de América, el modelo de desarrollo en vigencia en
aquel país y en los de Europa Occidental. Adoptado con ciego optimismo por los
Gobiernos de América Latina, iría a ser aplicado sin vacilación ni ajustes. Pero ya a
principios de los años del 60 comenzaron a registrarse claros indicios de inoperancia de aquel paradigma; los gobernantes no les prestaron atención.
A mediados de esa década surgió, en cambio, un movimiento regional de
economistas y científicos sociales que inició el cuestionamiento crítico a aquel modelo.
Desde fines de los años del 40 se implantó en Latinoamérica, junto con la asistencia
técnica y financiera de Estados Unidos de América, el modelo de desarrollo en vigencia en
aquel país y en los de Europa Occidental. Adoptado con ciego optimismo por los
Gobiernos de América Latina, iría a ser aplicado sin vacilación ni ajustes. Pero ya a
principios de los años del 60 comenzaron a registrarse claros indicios de inoperancia de aquel paradigma; los gobernantes no les prestaron atención.
A mediados de esa década surgió, en cambio, un movimiento regional de
economistas y científicos sociales que inició el cuestionamiento crítico a aquel modelo.